Vivimos distraĆdos ante la enorme necesidad de convivir solidariamente. La brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor en nuestro continente, debido a una educación desigual; siendo propicio derribar nuestro rancio paradigma pedagógico, anclado en un pensamiento neocolonial, para abrir trochas hacia una ineludible revolución educativa de la mejora continua, para movilizar al PerĆŗ y LatinoamĆ©rica, si ambicionamos una vida modestamente acomodada como los chinos.
Todos tenemos el derecho a una educación de calidad, para lograrlo, debemos realizar acelerados y profundos cambios estructurales en el sistema educativo por un ecosistema de aprendizaje. Sin embargo, nuestra educación, conducida por funcionarios con precaria visión, incapaces de poner en prÔctica los nuevos conceptos educativos, como alfabetización mediÔtica y otros tópicos, prefieren generar normas burocrÔticas para valorar la meritocracia de carpeta.
Como respuesta al dĆ©ficit universal, la UNESCO enarbola: āConstruir la paz en la mente de los hombres y de las mujeresā. DĆ”ndonos pie, definir a la calidad educativa, como un proceso continuo de entrenamiento del pensamiento autónomo, crĆtico, emocional, colaborativo y creativo dentro del marco Ć©tico, generando un ecosistema de aprendizaje que, involucre a todos los actores sociales en un entorno altamente versĆ”til.
Ante un universo cada vez mĆ”s automatizado, el rol activo de la educación encabezado por el estado, ha de abocarse a afinar el capital humano como sugieren los expertos, a travĆ©s de una polĆtica educativa concertada, liderado por cientĆficos interdisciplinarios autónomos ajenos al gobierno de turno, con la Ćŗnica misión de llevar al PerĆŗ hacia el desarrollo humano sostenido, reclamado por Amartya Sen.
Para convertirnos en instituciones rankeadas, centrĆ©monos a investigar para producir conocimientos y transformar nuestra realidad. ĀæAcaso no es posible generar tecnologĆas en nuestras universidades e institutos? ĀæEs difĆcil acreditarnos por instituciones internacionales de naciones desarrolladas o sus pares universitarios de esos paĆses? ĀæConviene asociarse a universidades productoras o universidades consumidoras?
En esta lĆnea de calidad, el docente ejerce la labor mĆ”s delicada, educar personas, por lo que es necesario su alta remuneración. ComprometiĆ©ndolos a ejercer la eticidad profesional, como educador investigador, experto temĆ”tico, bilingüe, extraordinario didĆ”ctico, humanista y eficiente gestor del aprendizaje. Desafiando su lĆnea de investigación, el profesor universitario, estĆ” obligado a publicar un libro y tres papers al aƱo, para evitar la momificación acadĆ©mica.
Asimismo, creemos firmemente que la educación empodera el capital humano, patentizĆ”ndose en el acto pedagógico altamente prĆ”ctico en el proceso de aprendizaje, apoyĆ”ndose como telón de fondo, los sĆlabos o programas curriculares de calidad mundial, con un lenguaje de desarrollo para la vida competitiva de hoy y arrostrar con acierto la incertidumbre del maƱana.
A partir del comienzo de la formación del ciudadano, el ecosistema educativo, estĆ” obligado a desarrollar el capital humano, segĆŗn Enkvist, formando estudiantes autónomos, digitales, investigadores y Ć©ticos en todos los niveles, con Ć©nfasis en la educación bĆ”sica. Siendo perentorio que los universitarios y tĆ©cnicos produzcan patentes y desarrollen investigaciones para la transformación y graduarse a travĆ©s de artĆculos cientĆficos, tesis, patentes o producción de aparatos tecnológicos viables.
Precisamente ante la atroz competitividad en esta jungla tecnológica, el empresariado ha de cambiar su know-how, e invertir sus capitales para fabricar artĆculos manufacturados, como artefactos electrónicos de exportación, produciendo con profesionales cientĆficos y tĆ©cnicos calificados, formados colaborativamente por todas las instituciones superiores, con pedestal desde la educación bĆ”sica.
Considerando a la calidad educativa, una tarea de todos para conducirnos hacia el desarrollado sostenido; la sociedad y los padres de familia desde el hogar, asumiremos nuestros mejores esfuerzos educativos; y es propicio que los medios de comunicación de señal abierta, asuman su rol pedagógico, limitando sus escandalosas programas que alimentan la miseria humana.
Como un alegato final por la calidad educativa, involucremos a toda la sociedad, desde la educación bĆ”sica hasta la educación superior. Coincidiendo con Chomsky, aspiremos una educación que fomente la creatividad, la participación social, la cooperación y la ciudadanĆa Ć©tica. Creando oportunidades de desarrollo para cada ser humano, imitemos a la cultura japonesa que para surgir unos, tienen que surgir los demĆ”s, es decir, apoyĆ©monos todos para avanzar sostenidamente; haciendo de esta Ć©poca, el siglo de la educación para la prosperidad.
Notas:
- Amartya Sen. Entrevista con Amatya Sen, Premio nobel de economĆa. Recuperado de: https://www.youtube.com/
- https://es.unesco.org/
- Inger Enkvist. El éxito finlandés en educación. Recuperado de: https://www.youtube.com/(08/06/2020)
- Noam Chomsky. Es el momento de enseƱar a los niƱos a entender el mundo. Recuperado de : https://www.youtube.com/ (15/06/2020)
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![]() Autor: David Auris Villegas (PerĆŗ, 1975) Escritor, pedagogo, editor, columnista, profesor universitario y teórico de la pedagogĆa Ć©tica, educación ciudadana, cultura de paz. Experiencia laboral: Licenciado en educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y mĆ”ster en educación por la Universidad de la Habana. Ha sido profesor capacitador en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y profesor de posgrado en varias universidades peruanas. Ha publicado: āCuentos de medianocheā, āMaƱana al despertar piensa en mĆā, Ā«Estrategias didĆ”cticas de comprensión lectora para la vidaĀ», Ā«Cómo redactar artĆculos cientĆficosĀ» y āMinicuentos para soƱarā. Antologado en: A Orillas del rĆo Ichu y en, Palabras sin fronteras, fronteras sin palabras, y ha aparecido en las revistas: La Tortuga Ecuestre, NĆ©mesis y Entre parĆ©ntesis. Publica sus artĆculos pedagógicos cada semana en varios portales del mundo. Correo electrónico: [email protected] Cuenta de Facebook: david.aurisvillegas.77 |
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